lunes, 2 de noviembre de 2009

K42 Sahara. Llegó el momento.

Eran las cinco de la mañana cuando la organización se ponía manos a la obra, para tenerlo todo listo para el inicio de la prueba que estaba previsto para las 7.00 a.m. Arco de meta, lonas, crono, avituallamientos, etc. Yo, Judith y 4 saharauis nos encargaríamos del km 10 apróximadamente que era el punto de giro para la K21 y el de desvío para la K42, la de 21 volvería por una pista de tierra, entre dunas hacia la meta y la de 42 se adentraría aún más en el desierto buscando la orilla del oceáno.

Las intrépidas chicas ganadoras a lo postre de K21 y K42, antes de la salida.
Cuando ya me iba en el coche hacia el avituallamiento, foto de la salida.

Se dio la salida a las 7:30 apróx. ya que se esperó por los locales inscritos que venían de otros lugares. La K21 tendría unos 30 participantes, 6 procedentes de las islas y los restantes eran de la zona y la K42 salió con "los 5 valientes". Traspasaron el arco de meta y pusieron rumbo hacia las dunas que vemos en el fondo de la foto, en dirección a mi encuentro.

Fotos del lugar donde me encontraba, los avituallamientos compuestos por agua y los buenísimos dátiles de la zona, se encontraban bajo la sombra de una jaima y se distribuían a lo largo del recorrido. En mi opinión y la de otros corredores, faltó algo de refresco o isotónico, que al final se pudo traer. En un primer momento estaban pensados con refresco. Pero esto es algo facilmente subsanable para próximas ediciones, al fin y al cabo es el desierto y que todo esto se conserve frío es una tarea complicada.

Pude compartir kms corriendo con los diferentes participantes ya que para que pasaran de nuevo por mi punto podían pasar unas cuantas horas. Asi que en la compañía de Guaci hicimos de escoba casi hasta el océano. Nos encontramos con Fernando antes de poder verlo, que ya venía de vuelta, así que como yo debía volver para atrás, me di la vuelta y compartí kms con él, y me contó sus impresiones. Con casi todo el que hablaba contaba maravillas del paisaje.

Pasó Fernando, Javi y Modesto por el avituallamiento donde me encontraba y ponían rumbo hacia la meta, los tres con muy buena cara. El sol ya iba apretando y bastante, debían ser cerca de las 11 a.m.

Mientras Yu y Andrea venían recogiendo balizas desde la meta en dirección al km 10. Allí esperamos todos a Gilberto y Guaci que venía haciendo lo propio con las balizas desde la playa. Llegaban Pablo y Estrella hasta el km 32 aprox. (km 10) ya "solo" quedaban unos 10kms ambos venían un poco mas justos, asi que, tras traernos refrescos desde otro jeep que salió de meta empezaron a coger algo mas de fuerzas, mientras iban siendo vitoreados por corredores y organizadores durante casi 8kms, Aduen, Carlos, Yu, Guaci, Gilberto, Judith, Andrea, nuestro gran chofer, íbamos cantándoles y animándoles...

Por fin se veía la meta, pero todavía quedaban 3kms de interminable recta, a pocos metros y encima de una duna gigantesca divisábamos a corredores y organizadores que se habían desplazado hasta allí, para empujar con sus gritos a los dos campeones que estaban a punto de concluir la prueba. Pablo cruzó la meta embargado por la emoción y muy poco después lo hacía Estrella campeona de la K42 acompañada por dos camellos uno a cada lado (a ver si también cuelgo esta foto, piel de gallina) que emoción!! concluyendo así la prueba.

Una pena no poder sacar más fotos a ver si me hago con ellas. Después de la prueba tengo que decir que nos esperaba una maravillosa bandeja enorme de ensalada y carne de camello, muy bueno todo. La tarde la pasamos en el Aaiun visitando tiendas de artesanía y asistiendo a actos de la marcha verde.

La dura vuelta en jeep fue amenizada por las pipas de nuestro gran chófer y los juegos de Aduen.

Tras la llegada una gran entrega de trofeos con una pasada de periodistas, desplazados también para la semana del camello. Y con una pedazo de cena arroz y cordero. Noche, última, amenizada por la banda de oídos duros y charlas en la jaima principal. Intentando alargar la noche en la medida que nuestras fuerzas nos permitía, conscientes de que era nuestra última noche en la paz nocturna del desierto y un firmamento con mas estrellas, y a menos distancia de la que estamos acostumbrados.

Muy buena crónica de Modesto

2 comentarios:

  1. Eran las cinco en la mañana ... ¿no le habrás copiado el inicio a Juan Luis Guerra?

    Con tu permiso añado la foto de la salida en mi paginilla.

    saludos

    ResponderEliminar
  2. Jajaja algo tuvo que ver, que tal Modesto, gracias por pasar por el blog.

    Un saludo.

    ResponderEliminar