lunes, 2 de abril de 2012

Triatlón de Fuerteventura, y no salieron las cuentas

Viajaba el pasado sábado a Fuerteventura para participar en el Triatlón de Fuerteventura, con 39 componentes de la familia Trican. Mis intenciones no iban más allá de la diversión y el reencuentro con amigos, dado que mis entrenos se han visto bastante reducidos con la carga de trabajo del máster. Como ejemplo el volumen del último mes según mi Garmin:
  • 16 kms de agua con 6 sesiones.
  • 60 kms de bici con 2 sesiones una de 45 con MTB y otra de 15 en carretera en cuanto llegué porque después de 4 meses ya ni recordaba que era subirse a una. También unas 11h de bicing (mi medio de transporte en BCN) las cuales intentan convencer a mi cerebro de que algo más hemos hecho.
  • 40 kms de carrera a pie en 4 sesiones de apróximadamente 10kms, algún cambio de ritmo en ellas. 
Sin embargo la realidad fue otra, mi espíritu competitivo no conoce la palabra diversión, así que hizo que me retorciera en cada uno de los segmentos para sacar lo mejor de mi. 

La salida de la natación bien colocado a la derecha sin demasiados golpes con un mar que era lo más parecido a una piscina. Buena salida hasta la primera boya en donde mantenía buenas posiciones, a partir de ahí el agarrotamiento de mis músculos se apoderó de mi convirtiendo el resto en un quiero y no puedo y dónde empezaba a perder posiciones. Un gran Manolo desde la posición de speaker trataba de meterme presión, dándome un voto de confianza ;)


Salía del agua y me tenía que parar a por un respiro para poder correr hasta la T1 y salir con la bici. 6 vueltas en un circuito estrecho, bacheado y peligroso con 120 atletas. Formaba grupo con dos tricanes y dos calimas que nos llevaron a un ritmo infernal, yo bastante tenía con no perder la rueda. Cosa que conseguí exprimiéndome al máximo. 

Dejaba la bici, en unos boxes que se deberían mejorar de cara a próximas ediciones porque la infraestructura escogida dejaba bicis tiradas en el suelo. Salía a por mi primera transición del año y mis dos piernas completamente vacías me hacían correr como un elefante. David Jover me animaba y tras dos vueltas de piernas muy cargadas, sobre el km 2.5 empezaba a encontrar sensaciones y correr un poco mejor para acabar en un 24º puesto, con el que no me conformo pero SIN TRABAJO, NO HAY MILAGROS.


Una vez mas gracias a toda la familia Trican por hacerlo posible. Agradecer también a la organización por el recuerdo a Manolo y la placa entregada al club en su honor. 

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